El desarrollo de los medios de transporte en el período 1880 -1914 es un eje temático clave del Museo Roca. En esta nota te contamos la historia de la inauguración de la Línea A del subte de Buenos Aires, el primero de diciembre de 1913.
En septiembre de 1911 comenzaron las obras de excavación del primer subte en Argentina. Sería también el primer subte de Hispanoamérica. La ciudad de Buenos Aires estaba repleta de tranvías que iban y venían pero ahora había llegado el momento de sumergir bajo la tierra el transporte para aligerar los tiempos y evitar congestiones. Justamente las empresas de tranvías fueron las primeras en invertir en la construcción de los subterráneos.
En 1913 la Compañía Anglo-Argentina inauguró el primer tramo de la actual Línea A. Iba de Plaza Once a Plaza de Mayo. Ese tramo se hizo con excavaciones en trinchera. Es decir sacando toda la tierra y haciendo un “techo” que sería al mismo tiempo la Avenida de Mayo / Rivadavia en casi todo el trayecto. La misma tecnología se utilizó en el comienzo de la actual Línea B, construida por la empresa Lacroze Hermanos y Cía. Por eso estas estaciones se pueden apreciar más cuadradas desde adentro en lugar de los techos circulares que se observan en la mayoría de las estaciones y recorridos actuales.
Subte en expansión
La expansión del subte fue notable al comienzo y en poco menos de tres décadas ya se podía circular por cinco líneas. Luego se extendieron esas líneas llegando a barrios alejados del centro porteño y cambiando algunos recorridos, por ejemplo, la Línea E terminaba en Constitución y viró hacia la Plaza de Mayo, quedando un recorrido oculto a los pasajeros actuales que sirve de depósito. Recientemente, esta línea se extendió hasta Retiro.
Uno de los puntos destacados del subte porteño desde sus inicios es el arte que se puede contemplar en sus estaciones. Cada línea tiene su impronta y sus temáticas pero en todas el viajero atento puede esperar en las estaciones el arribo del tren contemplando una reproducción en mural de una obra trascendente cuando no la obra en sí misma. Para quienes toman el subte a diario y nunca prestaron atención, les recomendamos visitar las estaciones “con ojos de turista".
