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Museo Roca - Instituto de Investigaciones Históricas

Día de la Pachamama

El 1 de agosto se revive la costumbre ancestral de gratitud a la tierra.

    El Día de la Pachamama es una tradición ancestral de los pueblos originarios de la América Andina. En nuestro país se celebra mayormente en el noroeste, especialmente en las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán y Catamarca. Si bien la conmemoración a la “Madre Tierra” se realiza cada primero de agosto, en la Puna sobre todo los homenajes se extienden durante todo el mes.

    Los festejos varían según cada región, pero el elemento constitutivo se relaciona con homenajear la naturaleza protectora de la tierra. La “Pacha” personifica a la tierra divinizada. Es la madre de todos los hombres, animales y la principal fuente de la fertilidad vegetal. Por eso, también se dice que ella es la “madre de todos los cultivos”. Representa un símbolo de fecundidad por su cualidad de producir y multiplicar a las plantas, animales y alimentos. También resguarda elementos como los tejidos y las cerámicas.

    En las provincias de Catamarca y Jujuy, por ejemplo, se cava un hoyo en la tierra, ya sea en el patio de las casas, en los corrales de ovejas y/o llamas o en los sembradíos, para realizar las ofrendas a la Pachita, como la llaman. En el hoyo se colocan comidas, cigarrillos, hojas de coca, bebidas alcohólicas como la chicha, etc. y se apoyan en el borde cigarrillos encendidos. A la mañana, antes del amanecer, se barren las casas cuidadosamente y se quema toda la basura para “limpiar las casas y sacar toda enfermedad”.

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Ritual a la Pachamama en Jujuy. Diario Jujuy al día. Agosto 2016.

    En Salta también, por ejemplo, es muy común que se encienda un sahumerio, con el fin de ahuyentar los males que puedan haber quedado en los hogares. El sahumado o limpieza de las habitaciones comienza bien temprano, y por lo general, debe hacerse con muña muña, aunque muchas veces se usa incienso o mirra. Se debe sahumar tanto las casas como los lugares de trabajo.

    La fiesta de la Pachamama, entonces, corresponde a un modo de agradecer todo aquello que la ella nos da y aquello que le quitamos. Y así, comenzar un nuevo ciclo. Además, igualmente, es un modo de pedir desde lo más íntimo de cada uno, por el bienestar de los seres queridos.

    Es un acto de reciprocidad y de agradecimiento. Ya que, como dicen los antofagueños de Catamarca “la tierra nos da, y la tierra nos quita, y al final, la tierra nos come”.

    Que el ritual de la Pachamama nos enseñe a todos a cuidar la tierra de nuestro país, sus recursos y sus paisajes.  Que sea una invitación a reforzar nuestros vínculos sociales y a aprender la rica diversidad cultural que poseemos.

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Vendedora de empanadas, preparando la comida para la inauguración de la fiesta de la Pachamama en Amaicha del Valle,Tucumán 1955. AGN