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Museo Roca - Instituto de Investigaciones Históricas

El cuento del matuasto. El mito tehuelche sobre el origen del fuego

Te invitamos a recorrer las culturas indígenas de la región pampeano-patagónica a través de cuentos narrados por indígenas contemporáneos. Los cuentos son una invitación a conocer historias, mitos, aspectos de la vida cotidiana, vínculos con la naturaleza y representaciones cosmológicas de los pueblos.

La mitología tehuelche es un universo en donde los animales tienen un papel fundamental y preponderante. Tal es así, que las diversas especies funcionan como nexo entre el mundo terrenal y espiritual o el mágico. Muchas de las creencias de orden cósmico son parte de la vida diaria y ayudan a expresarse y a marcar su respeto hacia la naturaleza. 

En los cuentos tehuelches, los animales fueron los antepasados de los hombres, patronos del fuego y algunos de ellos hasta eran capaces de transitar entre la tierra y el cielo.

(Familia tehuelche en el parque Nacional Nahuel Huapi, Río Negro. Archivo General de la Nación).

El origen del fuego

En una ocasión hace algunos años, la antropóloga del Museo Roca, Elizabeth Moreno, entrevistó a una mujer descendiente de tehuelches llamada Regina. Ella fue quien compartió una narración sobre el tema en cuestión: ¿cómo se originó el fuego?



(Ilustración: Nadia Pérez).

“Un día el matuasto (que es un tipo de lagartija patagónica) estaba haciendo fuego y ahí nomás llegó la liebre para calentarse las manos. Cuando el matuasto se dio vuelta, la liebre se lo robó y salió disparando. Así rapidito. El ñandú la vio y la siguió a su cueva y para que no se fuera le pisó la cola. Y por eso le quedó así, aplastada”. 

“En esa época los tehuelches no tenían fuego, se calentaban con los quillangos y comían la carne así nomá, cruda. Porque el matuasto, que es muy mezquino, no se los quería dar [al fuego]. Y los hombres no querían comer más carne cruda”. (Regina R, Río Mayo, 2009).

El fuego amigo

En muchos mitos tehuelches, el héroe mitológico “Elal” es el que le roba el fuego a los animales para que los hombres puedan empezar a comer los alimentos cocidos. Estos cuentos son denominados “de origen”, y en este caso, sobre el origen del fuego entre los hombres.

El fuego, para la cultura tehuelche, es un bien cultural que se relaciona con la importancia, no sólo de la cocción de alimentos, sino también un modo de poder contrarrestar el duro frío patagónico. Al fuego hay que cuidarlo, y en los cuentos se narra el momento en que los antepasados lo incorporaron a su vida. Cada cultura tiene su propio modo de imaginar la obtención del fuego.



(Un matusto es una especie de lagarto de la familia Liolaemidae. Miden entre 15 y 20 centímetros, son robustos y aplastados dorsoventralmente).

Este mito y otros fueron narrados por distintos interlocutores en los años sesenta, a la antropóloga Alejandra Siffredi, quien trabajó con grupos tehuelches meridionales, al sur de la Patagonia. Si bien los relatos presentan algunas variaciones en relación al de Regina, nuestra entrevistada, es muy valioso notar cómo la estructura y el sentido del mismo siguen intactos luego de tanto tiempo.

Este hecho en forma de historia o de mito nos enseña que la riqueza de nuestros pueblos originarios sigue intacta.

Bibliografía

Para mayor conocimiento sobre cuentos tehuelches, les recomendamos la lectura “Lo que cuentan los tehuelches” de Miguel A Palermo. Primera Sudamericana, Buenos Aires 2015.