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Museo Roca - Instituto de Investigaciones Históricas

Federalización de Buenos Aires

Esta sección propone reflexionar sobre el pasado y la actualidad, un ejercicio que siempre nos interpela.

La historia argentina ha sido prolífica en disputas entre los distintos gobiernos. Es sabido que la república no nació como un país unificado. De hecho, una vez declarada la independencia en 1816, los desacuerdos sobre la constitución y qué forma de estado debía ser la imperante llevó a largas y cruentas guerras civiles. Los unitarios proponían que la autoridad fuera centralizada y se extendiera por el territorio. Los federales, en cambio, preferían que las provincias delegaran algunas libertades y poderes, pero conservando competencias y autonomía. 

   Este problema, que podría haberse solucionado con la promulgación de la Constitución Federal de 1853, continuó luego con la escisión del Estado de Buenos Aires. Una vez unificada la República aún quedaba dilucidar qué grado de poder debería tener el Estado Nacional.

   Una de estas polémicas fue la llamada “Cuestión Capital: la elección de la sede de las autoridades nacionales, que desde 1866 residían en la ciudad de Buenos Aires en calidad de “invitadas” de la provincia homónima. Por un lado era “natural” pensar en instalarlas en la urbe que había sido el centro del poder desde épocas virreinales. Por el otro, suscitaba la oposición de muchas provincias que veían en esta situación la aceptación de una situación que no las favorecía geopolíticamente. 

  Durante más de una década se trató de solucionar este asunto a través de siete proyectos legislativos, pero todos fueron rechazados. Al Estado Nacional le resultaba atractivo poseer el puerto, los ingresos de la Aduana y el aire cosmopolita de ciudad-capital y moderna que auguraba un conjunto de aceleradas transformaciones. 

   En 1880, el Partido Autonomista Nacional (una coalición de las élites provinciales y algunos porteños), llevó como candidato presidencial a Julio Argentino Roca. Éste ganó las elecciones frente al candidato de Buenos Aires, el gobernador Carlos Tejedor, que contaba sólo con el apoyo de Corrientes. La situación se solucionó en la llamada Revolución del ’80, resultando victoriosas las tropas nacionales. El destino de la ciudad estaba sellado.

debates

  En los últimos días del gobierno de Nicolás Avellaneda se aprobó la norma que ponía a Buenos Aires bajo el control de las autoridades federales. Durante la presidencia de Roca se promulgó la ley.  La provincia de Buenos Aires fue intervenida teniendo que ceder su capital y buscar una nueva.

  Estas cuestiones se reflejaron en la prensa en álgidos debates. Por ejemplo los que enfrentaron a los diarios La Tribuna y El Nacional. Ese mismo año también había sido fundado el periódico “La Cotorra”, que se presentaba como un semanario jocoso-serio y que utilizaba la imagen color como uno de sus atractivos más importantes.

  El período que se inicia en 1880 es el de la consolidación del Estado Nacional. Las diferentes administraciones buscaron aumentar el poder del Estado nacional sobre los provinciales a través de diferentes medidas políticas,  incluidas las intervenciones federales a los gobernadores opositores y el apoyo económico a los propios. 

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