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Museo Roca - Instituto de Investigaciones Históricas

El Museo que fue casa

El doctor José Arce, cirujano, médico sanitarista y diplomático, pasó gran parte de su vida en una casa ubicada en la calle Vicente López 2220, que actualmente es el Museo Roca.

  Era un hombre de carácter y convicciones fuertes. De acuerdo a sus contemporáneos, su formalidad y su figura adusta le daban un aire de frialdad y distancia. Sin embargo, tuvo sus grandes amores: Amelia Bazán, su segunda esposa; María Antonieta, su hija fallecida cuando era una niña y sus perros, los galgos rusos Tamara, Igor y Boris. Y fue también un amante del barrio de La Recoleta. 

  En la década de 1900 tuvo su primer domicilio de casado en un departamento en Pueyrredón y Santa Fe. En esa misma época también inauguró un sanatorio en la esquina de esa avenida y la calle Andes, hoy Uriburu. Más tarde encargó la construcción de su casa. También habitó temporalmente una casa en Juez Tedín 2704, cuando volvió de Estados Unidos y mientras esperaba la realización de una serie de mejoras en su vivienda.

  Su casa fue construida por los arquitectos Squirru y Croce Mujica y decorada por la casa Marber de París hacia 1930.  En 1933 la casa estaba terminada. Luego sumó a la casa original dos terrenos laterales: los lotes donde se hallaban por un lado la piscina, vestuarios y gimnasio y por otro, dos habitaciones separadas por el jardín. En 1938, cuando se casó con Amelia Bazán, a quien le gustaban las actividades físicas que mantenían su buena salud y un cuerpo esbelto.

  La casa es de estilo art decó aunque tiene muchas marcas de eclecticismo. De hecho, hay una división muy notoria entre la planta baja y la planta alta. La primera estaba destinada a ser utilizada para eventos sociales, con salones amplios y despejados. Funcionaban allí la sala de música y la biblioteca.

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  En la planta alta estaban las habitaciones privadas del matrimonio. Estos espacios reflejaban más cabalmente las características del art decó en los materiales, los colores, las formas y la decoración.

  La vivienda fue equipada con un mobiliario acorde al estilo de la construcción, algunas de cuyas piezas originales forman parte del acervo cultural del Museo. La casa decoradora, donde se destacaba el trabajo del ebanista Hubert Martin, utilizó enchapados originales, maderas exóticas, discretas incrustaciones de marfil y otros materiales como el pergamino, el metal y el vidrio.

  José y Amelia tenían una activa vida social. La casa funcionaba para reuniones de distinta índole. En la planta baja había una gran sala de música (hoy de exhibiciones). Arce reunía amigos e invitados extranjeros en memorables soirées musicales. Le gustaba sentarse frente a su piano de media cola para entretenerse, aunque la estrella era un órgano eléctrico de tubos adquirido en Alemania. En esta sala tocaron, entre otros, el organista belga Julio Perceval. Radio Splendid transmitió algunos conciertos desde este lugar. 

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  A mediados de siglo Arce dejó el país por cuestiones laborales. En ese momento alquiló su casa como residencia al embajador de Panamá en la Argentina. Posteriormente, decidió donarla al Estado Nacional para que fuera un museo dedicado a Julio A. Roca y la generación del ’80. Pero continuó viviendo en la planta alta de la casa junto a Amelia y hasta su muerte, ocurrida en 1968.

  Cuando se reabran las puertas del Museo, con mucho gusto los esperaremos para la visita por los ambientes y la historia de El Museo que fue casa.