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Museo Roca - Instituto de Investigaciones Históricas

La historia del alambrado en Argentina

El origen del alambrado se impuso en el espacio rural promediando el siglo XIX. Es uno de los acontecimientos que dan cuenta del desarrollo agrario que experimentó la argentina en aquellos tiempos. En esta nota repasamos la historia del alambrado.

La incorporación del alambrado en el paisaje rural argentino, promediando el siglo XIX, permitió consolidar de forma contundente los derechos de propiedad sobre la tierra. Pero previo a su introducción en la región pampeana, existieron otras prácticas de delimitación de los campos, tales como el zanjeado, los corrales de palo a pique, los corrales de lienzo o de piedra y el denominado “cerco vivo”, conformado por ramas y plantas espinosas y enmarañadas. 


(Antiguo cerco de troncos. Año 1886. Foto: AGN).

Todas estas modalidades se utilizaban para garantizar la seguridad de la vivienda, delimitar huertas y evitar el pisoteo de los animales. Sin embargo, la eficacia de estos sistemas resultaba deficiente a la hora de controlar el refinamiento del ganado y salvaguardar los espacios de cultivo. Su construcción y mantenimiento demandaban, además, un trabajo y esfuerzo excesivos. 

¿Cuándo se utilizó por primera vez el cerco de alambrado en Argentina? 

Existen dos puntos de partida sobre el origen del alambrado. 

El primero, el de Richard B. Newton, un estanciero inglés que en 1845 introdujo el primer alambrado importado de Gran Bretaña. Esos primeros alambres sirvieron para proteger los jardines y las huertas de “Santa María”, su estancia ubicada en Chascomús. 

Diez años después, en 1855, la primera estancia en estar delimitada en todo su perímetro por un alambrado fue “La Remedios”. Estaba ubicada donde actualmente se encuentra Aeropuerto Internacional de Ezeiza, y era propiedad del cónsul prusiano Franz Halbach, que dedicada los terrenos a la cría de ganado ovino.


(Antiguos cerco de piedra, provincia de Mendoza. Foto: AGN)

Ese año, 1855, puede identificarse como el “año del alambre” debido a que figura por primera vez como artículo de importación. En números, ingresaron al puerto de Buenos Aires un total de 578 rollos de alambre y 9080 quintales; este antecedente generó que el “alambre para cerco” adquiriese identidad impositiva. Así sucedió en 1857 al aparecer mencionado en la Ley de Aduanas de ese año.


(Hombres de campo apoyados en cerco de alambrado. Foto: AGN).

Caro, pero el mejor

A pesar de algunas resistencias por su elevado costo, el uso del alambrado fue ganando adeptos entre los principales propietarios rurales. Su implementación resultó ser muy eficiente para fijar con precisión el perímetro de las propiedades, para contener al ganado y evitar las mezclas de rodeo vecino o mismo impedir el paso de transeúntes. En consecuencia, el alambrado también colaboró con la expansión de la agricultura al garantizar el cuidado de las áreas cultivadas y proteger árboles y otras plantas.

La actividad ganadera resultó también favorecida por el uso del alambre. En primer lugar, redujo la necesidad de mano de obra, lo cual hizo más sencillo el manejo del ganado; y en segundo lugar, facilitó el cruzamiento de animales de forma controlada -y no indiscriminada como sucedía con la cría a campo abierto –. Su uso permitió separar o reunir al ganado según su calidad.



(Publicidad de alambrado de la revista Caras y caretas. 15 de mayo de 1909).

Con esta innovación técnica, las estancias se transformaron a su vez en unidades de producción dotadas de un sistema de gestión más centralizado. 

Alambre de púa y polémica

Hacia 1878, la aparición del alambre de púa era una novedad observada con recelo por parte de algunos estancieros. Les preocupaba el daño económico eventual que podía representar la desvalorización del cuero vacuno en caso de lastimaduras. Su uso y comercialización comenzó a difundirse recién una década más tarde para terminar de dar solidez a los cercos.



(Publicidad de alambrado de la revista Caras y caretas. Año 1907).

Hacia finales de la década de 1880, el creciente poder del Estado, el rápido traspaso de tierras públicas al dominio privado y la difusión del alambrado cercenaron cualquier forma de acceso a la tierra que no estuviera sancionada bajo el derecho de propiedad. También se bloquearon prácticas comunes entre la población rural como la recolección de leña o el pastoreo de ganado en tierras abiertas. 



(Publicidad de alambrado de la revista Caras y Caretas. 15 de junio de 1907). 

Los rostros de la Argentina moderna

En la exhibición principal del Museo, “Los rostros de la Argentina moderna”, podés conocer más sobre las grandes transformaciones económicas, sociales, políticas y territoriales que se produjeron durante este período. El boom del modelo agroexportador se encuentra íntimamente ligado a la innovación técnica que permitió producir materias primas de mejor calidad y en mayor volumen. Una de esas innovaciones se trató del alambrado y representó un salto en la modernización de la economía agraria argentina. 

Lee más sobre la historia de El modelo agro exportador.

Bibliografía

Si te interesa indagar más sobre la introducción del alambrado, te recomendamos estas lecturas:

  • Barsky, Osvaldo y Gelman, Jorge. Historia del agro argentino. Desde la Conquista hasta fines del siglo XX. Buenos Aires: Grijalbo Mondadori, 2001.

  • Hora, Roy. Los terratenientes de la pampa argentina. Una historia social y política 1860-1945. Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2015.

  • Sbarra, Noel. Historia del alambrado en la Argentina. Buenos Aires: Letemendia Casa Editora, 2011 (1955).

  • *Por Melisa Aita Camps