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Museo Roca - Instituto de Investigaciones Históricas

La iglesia y la masonería, ¿por qué su relación fue tan compleja?

Los masones, en su mayoría, tenían una mirada secular de la educación, para ellos la escuela debía ser laica y estar libre de cualquier valor religioso. En contra partida, el proyecto de Don Bosco consideraba clave la evangelización en la escuela.

Como narramos en la nota sobre La masonería en la Patagonia, la presencia e influencia que tuvieron los masones en esa región fue muy notoria durante el período de consolidación del Estado Nacional. Pero, ¿qué relación tuvo la masonería con la religión? En ese aspecto, los masones tenían en su mayoría una mirada secular de la educación, es decir, que la escuela debía ser laica y estar libre de cualquier valor religioso. Estas ideas, precisamente, generaron un conflicto con los sectores salesianos, sobre todo por el modo de impartir las enseñanzas en las escuelas.

Rudecindo Roca, uno de los siete hermanos del presidente Julio A. Roca, fue un miembro reconocido de la masonería. En un discurso dado en 1895, afirmaba: “la política debe consistir en llevar a nuestros hermanos masones a la administración pública”, e insistía además que debían tener presencia en diversas áreas del Estado entre las que estaba por supuesto la educación.


(Foto: Interior del colegio de los padres salesianos en Patagones. Directores y alumnos del establecimiento. Encina & Moreno, Tomo I, foto 13. Documentales Visuales Museo Roca – Instituto de Investigaciones Históricas).

¿Educación laica o evangelización?

Con una perspectiva opuesta, el proyecto de Don Bosco consideraba la evangelización a través de la escuela. Los salesianos querían convertir a los indígenas y formarlos en un nuevo hombre. Para ello desplegaron en la zona de pampa-patagonia un proyecto misionero y educativo a través de una red de escuelas, parroquias, hospitales y orfanatos, orientados a la evangelización y educación de los nativos. Su obra educativa fue inmediata y paralela a la estatal, y contribuyó con esta última en el proyecto de nacionalizar los territorios que recientemente se habían incorporado al mapa nacional.

Si bien ambos coincidían en la idea de impulsar una identidad nacional, sus modos de lograrlo eran contrapuestos. Esto trajo conflictos entre ambas facciones, culpándose mutuamente de ser sectarios, sobre todo en lo referido a la educación. Así, el padre salesiano Bernardo Vacchina sostenía en un discurso que “el liberalismo trajo el laicismo en las escuelas, en muchas instituciones políticas [...] inagotable fuente de crímenes, hasta entre menores de edad, hasta entre niños mismos”.


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