En el aniversario de su fallecimiento, el 9 de agosto de 1914, recordamos la vida del expresidente argentino Roque Sáenz Peña (1851 - 1914).
Roque Sáenz Peña dijo en una ocasión que actuaría bajo el impulso de la historia: inició su mandato en el año de los festejos del centenario de Mayo y finalizó al filo de un giro epocal en la historia argentina. Fue un hombre versátil y comprometido, que batalló desde distintos frentes, como abogado, político y diplomático.
En 1879 suspendió su carrera política y profesional para ofrecer sus servicios al gobierno peruano, al declararse la guerra del Pacífico contra Chile. Consideró entonces que se trata de una causa de derecho internacional. El gobierno del Perú reconoció posteriormente sus servicios concediéndole los despachos de general del Ejército y erigiendo años después un monumento que lo recuerda.
(Roque Sáenz Peña en compañía de su esposa y un grupo de personalidades. Año 1907. Archivo General de la Nación).
Durante las presidencias de Julio A. Roca y Juárez Celman, Sáenz Peña ocupa cargos diplomáticos. Se destacó en el Congreso Internacional de Montevideo en 1884 y en el Congreso de Washington de 1889. Allí quedó plasmada la frase América para la Humanidad, expresión de una aspiración indeclinable y de un ideal generoso.
La ley Saenz Peña
En 1906 le tocó presidir la delegación argentina al Segundo Congreso de la Haya y junto con Luis María Drago, propició la creación de la Corte Permanente de Arbitraje, de la que fue designado miembro. Venezuela le confió la defensa de sus derechos en el litigio con los Estados Unidos.
(Roque Sáenz Peña en Francia, c. 1900. Archivo General de la Nación).
Su principal preocupación fue lograr la sanción de la Ley Electoral. Convirtió en realidad su antiguo anhelo y arraigada convicción de que fuera establecido en la República el voto secreto, universal y obligatorio. En este sentido Sáenz Peña representó las aspiraciones de la llamada elite reformista. La ley que lleva su nombre fue expresión de la transformación política que dio lugar al advenimiento del primer gobierno democrático en 1916, de la mano de la Unión Cívica Radical.
Roque Sáenz Peña no podrá cerrar el ciclo de festejos centenarios ni ser testigo del triunfo a nivel nacional de la UCR, ya que falleció en Buenos Aires el 9 de agosto de 1914. El proceso de participación democrática impulsado por el primer mandatario tiene su clara expresión en la frase de su autoría “Quiera mi país escuchar la palabra y el consejo de su primer magistrado: quiera votar”.
