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Museo Roca - Instituto de Investigaciones Históricas

Viviendas en los fuertes y fortines de frontera

El Museo Roca posee valiosos álbumes fotográficos que constituyen una preciada fuente para el conocimiento de diversos aspectos de nuestra historia.

  Las imágenes en nuestro archivo fotográfico de vistas sobre viviendas y edificaciones, fueron tomadas por los ingenieros topográficos Carlos Encina & Edgardo Moreno (1883).

  Los fuertes, fortines y campamentos que aparecen en las fotografías corresponden a establecimientos militares que formaron parte del proyecto de avanzada del Estado. Los fortines unían los fuertes con una distancia de 5Km entre cada uno. Los fuertes eran asiento de un regimiento o brigada. Dentro se ubicaba el establecimiento de la comandancia, los ranchos o resto de los alojamientos de los soldados, el hospital, los arsenales y el mangrullo (observatorio elevado hecho con troncos y techo de paja).

  Muchas viviendas dentro de los fuertes y fortines eran los “ranchos” del estilo de los denominados de “quincha”, proveniente del quechua kencha. Éstos consistían en una trama de juncos y paja en un armazón de ramas o cañas.

  Se hacía una pared sólida formada de doble fila de cañas o ramas que eran puestas verticalmente. El hueco se rellenaba con bollos de barro y del mismo material se realizaba el revoque. La puerta o abertura se la solía cubrir con un cuero.

  En sus memorias el coronel Eduardo Racedo contó que muchas veces, cuando los soldados realizaban expediciones o salían a cazar, hacían sus “rucas” clavando sus armas para sostener telas o ponchos que hacían de techo o de pared.

  Luego de las campañas militares, se les indicó a los indígenas construir sus viviendas de adobe, como forma de ingreso a una vida más civilizada según parámetros de la época.

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