Pasar al contenido principal
Museo Roca - Instituto de Investigaciones Históricas

Tras las huellas del ferrocarril

Vecinos y vecinas del barrio Saldías junto a un equipo del Museo Roca viajaron a Bahía Blanca para intercambiar saberes con museos y asociaciones ligados a la historia del ferrocarril: el Museo Taller Ferrowhite, el Museo del Puerto y la comunidad Noroeste formaron parte del encuentro.

El objetivo final del viaje se basa en la cocuraduría de una exhibición en la que trabajan el barrio Saldías y el Museo Roca. Allí se plasmarán las voces de las familias ferroviarias de Saldías, además de las tensiones, los deseos y problemáticas que atraviesa este barrio surgido en torno al desarrollo del ferrocarril en la década del treinta.

El Museo Taller Ferrowhite y el Museo del Puerto abrieron sus puertas para contar cómo lograron articular propuestas culturales con la comunidad de vecinas y vecinos, protagonistas fundacionales de la localidad de Ingeniero White, partido de Bahía Blanca. La comunidad Noroeste habló de su historia y su actual batalla para recuperar el antiguo predio del ferrocarril y generar un gran anfiteatro y cine, entre otros proyectos culturales. Los y las habitantes de Saldías, a su vez, pensaron la posibilidad de armar un tramo de vía en el Museo con vistas a la cocuraduría del proyecto Recoleta para Armar - Barrio Saldías.

(Frente al puerto junto a los representantes del Museo Ferrowhite).

Lazos

La directora del Museo Roca, Carolina Carman, y referentes de Relaciones con la Comunidad y Educación articularon las actividades con los museos de White y se reunieron con directivos y directivas del Departamento de Humanidades de la Universidad Nacional del Sur y agentes culturales de Bahía Blanca para sumar ideas y generar puentes.

La propuesta de intercambio finalizó con una puesta en común. Los distintos equipos, los y las habitantes de Saldías y un grupo de vecinas y vecinos de la zona ferroviaria de White se reunieron alrededor de una mesa giratoria en la que se dispusieron objetos tales como los viejos faroles de maniobra y una gorra de guarda, que evocaron el tejido de historias y problemáticas comunes.


“El ferrocarril es una pasión”, dijo un whitense. “El ferrocarril tiene un lenguaje propio que nadie entiende si no es ferroviario”, aseguró otro. Rocío, salteña e hija de un ferroviario de Saldías recordó cuando su padre volvía de trabajar evocando el olor en su ropa y también mencionó el peso de las muertes en las biografías ferroviarias. Por su parte, Silvia, oriunda de un pueblo de Jujuy y también vecina, expresó: “La historia ferroviaria es mi niñez, el recuerdo de mi viejo cuando íbamos a buscar leña en una zorra por la vía. Hacíamos esos largos tramos para después poder hacer pan casero en casa”.

El museo empieza afuera”, afirmó Lucía Bianco, directora del Museo del Puerto, quien explicó cómo, a partir de más de 1500 registros orales, la comunidad y el Museo empezaron a dialogar. Además, advirtió que las historias y los objetos que forman esa institución son los de trabajadores y trabajadoras del puerto y del ferrocarril, y que los vecinos y las vecinas “se apropiaron” del espacio, donde actualmente se generan mapas de White bordados a mano o colecciones de repasadores que cuelgan de la gran cocina del Museo.



Nicolás Testoni, director del Museo Taller Ferrowhite, dio cuenta de la resignificación del viejo edificio que funcionaba como la gran usina de la zona, que se recuperó para este “museo taller”. Porque Ferrowhite genera espacios de construcción: recicla objetos, posee una imprenta donde se realizan trabajos de serigrafía y donde también se construyeron figuras de tamaño natural que encarnan a las obreras y los obreros del ferrocarril en una muestra plasmada a partir de diversas miradas en torno a la historia del ferrocarril y a su impacto social y económico.

Las comunidades, los barrios, los museos y los espacios culturales creados a partir del ferrocarril hicieron del viaje un permanente intercambio para la realización de la exposición del proyecto Saldías. Una vecina dijo al pasar que los museos “ahora le gustan”. Es que cuando se abren, los museos dejan de ser lejanas historias del pasado para transformarse en presente y en historias vivas.

Testimonios del Barrio Saldías. 

------------------------------------------------

Elizabeth: "Las casas ferroviarias de Ingeniero White me hicieron sentir una identidad común con Saldías, mi barrio".

------------------------------------------------

Rocío: "La cocina del Museo del Puerto me trajo olores a la memoria. Me acordé del olor de mi papá que fue maquinista cuando volvía de trabajar. Aunque soy mujer también siento orgullo como parte de la familia ferroviaria".

------------------------------------------------

Silvia: "Las cosas de antes que ví en el Museo me hacen acordar a mi mamá, a mi abuela y a mi tía cuando era chica, allá en pueblo de Jujuy. Ahora sí me gustan los museos". 

------------------------------------------------

Luis: "Me encantó encontrar en los museos como era nuestra vida antes: el aula con la maestra, ver la gente trabajar, las herramientas que usábamos".

------------------------------------------------

Miguel: "La primera vez que viene de vacaciones a Buenos Aires fue en tren. La estación ers parecida a la que después empecé a trabajar. Me encantó encontrarme con todos esos objetos, sobre todo con la mesa de señales". 

------------------------------------------------

Raquel: "La zorra es la niñez. El recuerdo de mi viejo. Íbamos a buscar leña por las vías para hacer pan casero". 

------------------------------------------------

Cacho: "Me pasé la mayor parte del tiempo en el Museo viendo la locomotora. Me trajo recuerdos de mi papá, el traía su canastita de cuero de ferroviario cuando llegaba".

------------------------------------------------